sábado, 20 de marzo de 2010


En este momento el sol es anaranjado y agradan los colores de las dunas. El último viaje fue agradable. Dormí un poco. La neblina fue cruel, pero hallamos un camión enorme al cual seguimos como en una procesión de semana santa, de cierto modo recorde "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago e imagine como sería no percibir nada por la vista, debo confesar que tuve miedo, ahora recuerdo las palabras de esta mujer en Ocopa "Eres indecisa" y las palabras de la persona con quien discuti esta semana "Te quedarás sola" no es necesario el vacío para sentir el eco y con él esas palabras y sin embargo ahora las oigo y las medito y me reconozco indecisa y con un carácter medio tosco, suspiro y continúo escribiendo me alegra poder recordar y meditar. José Deudor y Miriam compartieron un vino el martes a las ocho de la noche iniciamos la conversación sobre Dios y su presencia en nuestras vidas, escuchamos música, nos servimos una cena; continuamos con el vino y graficamos monigotes en el piso. Jugamos ajedrez. Me subestimo. Gané. Terminamos con paraguas bajo la lluvia.

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