sábado, 15 de agosto de 2009

Universo

"Cuida de este día como si fuera el último", cuida este minuto y este paso sutil por sobre la tierra, el tiempo es un mal necesario, de lo contrario todo seria eterno, oh! universo eterno y fabuloso, cuanto desconzoco de ti... cuanto te amo... aún la niña interior vive en mí como la única forma de entenderte, sin profecias, sin teorías, sin principios, todo viene y todo se va, támbien yo me iré... deseo conocerte, te presentas en muchas formas; y en todas esas formas pocas veces te he sentido, hoy es una de esas pocas veces que no tiene explicación... tu fuerza es muy grande, yo soy pequeña, pero no me siento impotente ante tanta maravilla, sé que puedes fluir en mí porque me reconozco parte tuya, los libros, la música, el arte, los seres humanos, la comida, mis alumnos y alumnas... todo fluye, todo es mágico, puedo pensarte, puedo imaginarte, puedo verte... como no amarte...
Existen locuras magnas como aprender algo, existen estas otras como pensarte, como dejarte fluir, me rindo ante ti oh! grandeza de universo, eres como el océano a quien le temo y con quien me gusta pasar la tarde, o la inmensidad de estrellas, y ese rumor que habita en los árboles, o la luna roja y el frío... todo lo pierdo, todo lo gano, preferir la felicidad del otro es prolongar mi felicidad en ti, que eres eterno y no tienes explicación... Todo realizado y real, impenetrable...sé poco de ti, desconozco el fin de mis días sobre ti, pero sé que tú eres eterno, y la eternidad supera todos aquellos pensamientos de éxito, leeré más, mi cuerpo él que me has permitido, el tiempo que no me pertenece, que es tuyo me permitirá hacerlo... la locura tiene rostro de muerte, de abuso,somos acaso más fuertes que tú, oh! universo grandioso los días se suman unos a otros y yo me sumo en ellos contemplándote, en una cuenta regresiva, en una exploración de mi ser en ti, los sonidos son exactos...un grupo musical genera sonidos extremos de agonía, en los libros encuentro paisajes no vistos, hay obligaciones en el día matutinas como asearse y mentalizarse acciones positivas, este instante es perfecto...

miércoles, 29 de julio de 2009

2666

La vida se desenvuelve en un sin número de visiones como la cueva de Platón, después de leer la primera parte de esta aventura novelada (como todo en Bolaño) me veo inquieta por las vicisitudes de los protagonistas. Norton se bifurca en dos compañias inevitablemente atractivas, ambos poseen el espíritu contrariado de caballos desembocados a la caza de un escritor, Beno Von Archimboldi. Todo esta quieto luego de la primera parte. Que conexiones intermitentes habrán en el universo, me parece estar en una calle vasta con una proyección de farolas encendidas y alguna canción tarareada. Hoy hay insomnio la sensación es igual al del italiano protagonista subido en su silla de ruedas intentando demostrar que su estado no se parece en nada al del pintor/mediocre que se amputa una mano por dinero, no su estado tiene que ver con las ganas de conquistar el mundo aún en la silla de ruedas desaparecerse un día y dormir con la mujer que quiere, comprar el libro añorado, beber el café, etc. alejado de todo más cerca de sí.

sábado, 25 de julio de 2009

Heidegger

En efecto: enseñar es aun más difícil que aprender. Se sabe esto muy bien, mas pocas veces se lo tiene en cuenta. ¿Por qué es más difícil enseñar que aprender? No porque el maestro debe poseer un mayor caudal de conocimientos y tenerlos siempre a disposición. El enseñar es más difícil que aprender porque enseñar significa: dejar de aprender. Más aún el verdadero maestro no deja aprender nada más que "el aprender". Por eso también su obrar produce a menudo la impresión de que propiamente no se aprende nada de él, si por "aprender" se entiende nada más que la obtención de conocimientos útiles. El maestro posee respecto de los aprendices como único privilegio el que tiene que aprender todavía mucho más que ellos, a saber: el dejar-aprender. El maestro debe ser capaz de ser más dócil que los aprendices. El maestro está mucho menos seguro de lo que lleva entre manos que los aprendices. De ahí que, donde la relación entre maestro y aprendices sea la verdadera, nunca entra en juego la autoridad del sabihondo ni la influencia autoritaria de quien cumple una misión.